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¿Qué es la Rinitis alérgica?

La Rinitis Alérgica es, sin duda la patología más frecuente y a la vez es la primera causa de consulta en alergología. Sus síntomas, aunque aparentemente banales, constituyen un problema serio para los pacientes que la padecen, tanto por la persistencia de sus molestias como por la frecuente afectación de órganos vecinos, como los oídos, la garganta, los senos paranasales, etc, así como la demostrada afectación de la calidad de vida.

La rinitis alérgica se define como una enfermedad inflamatoria de la mucosa nasal, mediada por IgE y causada por la exposición a una gran variedad de alérgenos y se caracteriza por síntomas como mucosidad nasal, estornudos, congestión y/o picor nasal.

La rinitis ha sido considerada, tradicionalmente, como una enfermedad leve y, en muchos casos, como un proceso  trivial; sin embargo, en los últimos años ha quedado patente que constituye una enfermedad infravalorada de morbilidad, que puede conllevar costos muy importantes para quien la sufre, impidiéndole una actividad diaria, un rendimiento laboral y una vida de relación normales.

¿En qué consiste la conjuntivitis alérgica?

La conjuntivitis alérgica es una enfermedad asociada habitualmente a la rinitis alérgica, en dicho caso se denomina rinoconjuntivitis alérgica. Los síntomas consisten en lagrimeo, picor y escozor ocular, así como congestión y enrojecimiento.

La conjuntivitis alérgica se produce con mayor frecuencia con alérgenos de exterior (pólenes y mohos) que de interior. De hecho, en algunos estudios sobre alergia al polen, la conjuntivitis está asociada a la rinitis alérgica en el 75% de los casos.

Prevalencia de la Rinitis alérgica

La prevalencia de la rinitis y del asma va en aumento en todo el mundo, afectando a 90 millones de europeos y a 65 millones de americanos.  De hecho se calcula que en el mundo padecen de Rinitis alérgica unos 500 millones de personas y la mayoría no lo saben, pasando desapercibido hasta los propios médicos.

En el Reporte Mundial de Alergia la Organización Mundial de la Salud declara que la rinitis alérgica es una de las afecciones crónicas más comunes en niños y adultos. Además, su prevalencia ha aumentado en el último siglo en muchas partes del mundo, afectando un 10 a 25% de la población y en algunos países hasta 40%, sobre todo rinitis alérgica estacional.

Síntomas de la Rinitis Alérgica

Los síntomas fundamentales de la rinitis alérgica son el prurito nasal, los estornudos, la rinorrea y la obstrucción, que se manifiestan de forma aislada o conjunta. Con frecuencia, a los síntomas clásicos de rinitis se asocian otros como el picor ocular y el lagrimeo, el picor ótico y el faríngeo. Los estornudos, la obstrucción y la destilación nasal debidos a la rinitis son más intensos durante la mañana en el 70% de los casos, aproximadamente.

Relación rinitis-asma

Hoy día se considera que la rinitis y el asma alérgicas son diferentes expresiones clínicas de una misma enfermedad inflamatoria mediada por IgE, que afecta a toda la vía respiratoria.

En las rinitis persistentes o en las moderadas y/o graves se debe valorar la existencia concomitante de asma bronquial.

Tanto la RA como la rinitis no alérgica han demostrado ser un factor de riesgo para el desarrollo de asma bronquial. Una vez establecidos ambos procesos en un mismo paciente, hay que tener en cuenta que la rinitis mal controlada puede agravar el asma y aumentar el consumo de recursos sanitarios consecuencia de exacerbaciones de los síntomas bronquiales6. Evidencia A.

Como se clasifica la rinitis alérgica?

La rinitis alérgica, según su duración, puede clasificarse en intermitente o persistente. Esta clasificación se ha realizado en función de los días con síntomas. Así pues, una  rinitis intermitente es aquella en la que la presencia de síntomas ocurre cuatro o menos días a la semana, o bien durante cuatro o menos semanas consecutivas. La rinitis persistente es la que implica síntomas durante más de cuatro días a la semana, o más de cuatro semanas seguidas.

Además, según la gravedad de los síntomas también se dispone de otra clasificación. La rinitis alérgica es leve cuando no exista ninguno de los ítems siguientes: alteración del sueño, deterioro de las actividades diarias, deportivas y/o de ocio, deterioro laboral o escolar o síntomas molestos. En presencia de uno a tres ítems se denomina moderada y grave cuando se den los cuatro.

Diagnóstico de la Rinitis Alérgica

El diagnóstico de la rinitis alérgica es eminentemente clínico y las pruebas complementarias solo tienen validez si se corresponde con los síntomas de rinitis alérgica como son estornudos, rinorrea, picor  y obstrucción nasal. Al hacer la historia clínica debería tenerse en cuenta la frecuencia, duración, y severidad de los síntomas y si son intermitentes o persistentes.

Las pruebas diagnosticas complementarias pueden consistir en: las pruebas de punción cutánea (prick- test), instrumento fundamental para demostrar una reacción alérgica IgE medida. Si se realizan adecuadamente, aportan evidencias que permiten confirmar el diagnóstico de una alergia específica. La segunda prueba es la determinación en suero de la IgE total y específica. Además pueden realizarse otras pruebas como la citología nasal, estudios de imágenes y determinación de óxido nítrico exhalado (FENO):

¿Cuál es el tratamiento para la Rinitis Alérgica?

Es preciso combinar la educación del paciente con la evitación de alérgenos y contaminantes, la farmacoterapia y la inmunoterapia específica.

A) Control medio ambiental a fin de evitar los alérgenos ofensores, intentando eliminar los pelos de mascotas, el polvo ambiental, las plumas, los hongos en paredes, etc.

B) Además de la evitación y de las medidas ya comentadas de reducción de alérgenos, se deberá establecer un adecuado tratamiento farmacológico que, en todo caso, dependerá de  la gravedad del proceso que el paciente padezca.

C) Inmunoterapia alérgeno especifica que ha demostrado su alta efectividad y el apoyo de numerosos trabajos científicos a la fecha, dependiendo su estricta indicación por parte del alergista y la utilización de antígenos de probada calidad.

Para un control adecuado de los síntomas, además de la evitación del alérgeno, la mayoría de pacientes requiere tratamiento farmacológico; los corticoides nasales (CN) son actualmente la terapia de mantenimiento más efectiva, por lo que constituyen el tratamiento de primera línea en pacientes con síntomas intensos o persistentes; son particularmente eficaces en el alivio de la congestión nasal. A pesar de que los CN son el tratamiento más efectivo en el control de los síntomas de la rinitis alérgica, su efecto no es inmediato y el máximo alivio puede tardar días o semanas en producirse. Por ello, en el control inicial de los síntomas, así como en el caso de pacientes con síntomas leves o episódicos, se pueden utilizar antihistamínicos orales de 2ª generación (como loratadina y cetirizina) o intranasales, debido a su rápido comienzo de acción.

En los últimos años se han publicado guías y consensos internacionales sobre la inmunoterapia específica con alérgenos procedentes de distintas organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Academia Europea de Alergología e Inmunología Clínica (EAASI), la Academia Americana de Alergología, Asma e Inmunología (AAAAI), entre otros..

Por lo general, la eficacia de la inmunoterapia es mayor en los niños que en los adultos, de ahí que se deba instaurar lo más pronto posible para evitar que los fenómenos de destrucción y restructuración alteren de manera irreversible la mucosa de las vías respiratorias, tanto superior como inferior.

Puntos clave a destacar:

  1. Los signos y síntomas cardinales de la rinitis son el picor nasal, los estornudos, la rinorrea o pituita  y la congestión nasal.
  2. La rinitis alérgica es  infravalorada, que conlleva costos importantes, impidiéndole una actividad diaria, un rendimiento laboral y una vida de relación normales.
  3. Otros factores que pueden causar síntomas de rinitis son los trastornos hormonales, la rinitis atrófica, las anomalías anatómicas, el bloqueo de la vía respiratoria superior y los tumores.
  4. Numerosos estudios clínicos han avalado la validez del tratamiento con vacunas de alérgenos, como único tratamiento etiológico en la rinitis alérgica, siendo necesario además el tratamiento sintomático con corticoides nasales y antihistamínicos orales de segunda generación.

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