¿En que consiste la Determinación de IgE específica o RAST?
La prueba de radioalergoabsorbencia, o RAST, son análisis especiales de sangre donde se detectan las inmunoglobulinas E específicas. Esta prueba verifica la cantidad de anticuerpos lgE específicos en la sangre, los cuales están presentes si hay una reacción alérgica “verdadera”.
Dado que hay un anticuerpo IgE específico para cada alérgeno (por ejemplo, el IgE producido como respuesta al polen es diferente del IgE que se genera con una picadura de abeja) el análisis de variantes específicas en la sangre suele ayudar a determinar si se sufre de una determinada alergia.
Los análisis de IgE específica también pueden denominarse RAST, CAP o UniCAP, ELISA y algún otro nombre. Estos análisis miden si en la sangre del paciente hay IgE específica contra un alergeno concreto. Las personas sin alergia no tienen cantidades detectable de IgE frente a, por ejemplo, la caspa de gato. Si en la sangre del paciente se encuentra IgE frente a la caspa de gato decimos que ese paciente se encuentra sensibilizado frente a los gatos.
Así, la IgE total valora la predisposición alérgica general, mientras que la IgE específica valora la alergia concreta frente a un alergeno determinado e identificado.
¿Cómo ha cambiado el diagnóstico causal de las alergias en sangre en los últimos años?
En los últimos años, han mejorado notablemente las técnicas de determinación de la IgE específica. Actualmente, ofrecen una mayor reproducibilidad y fiabilidad (mejoras ligadas fundamentalmente a la automatización); es posible cuantificar los niveles de IgE que anteriormente se determinaban de forma semicuantitativa (en rangos, desde indetectable hasta muy elevado), y se ha aumentado el número de alérgenos disponibles para la determinación de la IgE. También es reciente la posibilidad de determinar, de forma rápida y sencilla, los mediadores en la sangre, como la triptasa.
Además, se han comercializado las matrices, biochips o microarrays de alérgenos en los que se pueden analizar varias moléculas de IgE específicas frente a un elevado número de alérgenos, de forma simultánea y con poca cantidad de suero.
Sin embargo, el cambio fundamental en los análisis de sangre en alergología ha sido más conceptual que técnico, ya que ha cambiado el significado o concepto del alérgeno. Como ejemplo, inicialmente se identificó el polvo de casa como el alérgeno capaz de producir manifestaciones de alergia (rinitis, asma). Posteriormente, se identificó que el causante de la alergia al polvo realmente era debido a la producción de anticuerpos de la clase IgE frente a un ácaro que se encontraba en ese polvo doméstico. Los ácaros, al igual que los pólenes o los alimentos, están compuestos por numerosas proteínas, algunas de ellas con capacidad de producir una reacción alérgica, mientras que otras son inocuas.
El cambio más destacado del diagnóstico alergológico in vitro ha sido la posibilidad de determinar IgE específica que sólo reconoce un pequeño grupo de aminoácidos del alérgeno (epítopos o determinantes antigénicos). Este giro en el diagnóstico ha permitido, por una parte, obtener una mayor precisión en el diagnóstico alergológico; pero también, dar una explicación científica a la obtención de distintos resultados, tras realizar el mismo tratamiento con inmunoterapia, en pacientes con sensibilizaciones similares.
Este diagnóstico molecular permite asociar la presencia de determinadas sensibilizaciones a proteínas o componentes concretos, con diferentes manifestaciones clínicas (más o menos graves); o bien explicar algunos fenómenos de reactividad cruzada, tales como los que ocurren cuando un paciente sensibilizado al ácaro del polvo de casa desencadena una reacción alérgica tras la ingesta de una gamba.