Recomendaciones para pacientes alergicos a los animales domesticos
Las alergias a animales más frecuentes son a los gatos o perros, pero también pueden producirse a ratas, ratones, cobayas, hámsters, pájaros, caballos, vacas o aves de corral. Evitar estos alérgenos es a menudo difícil, pues pueden provenir de los animales domésticos de otras personas o ser transportados por gente que ha estado en contacto con ellos.
La alergia más frecuente es frente a la caspa de los animales. Los animales, igual que las personas, van cambiando la piel lentamente, día a día. En ese cambio se desprenden partículas microscópicas de caspa que flotan en el aire.
Una persona con alergia a algún animal puede tener síntomas de alergia al respirar o contactar con esa caspa aunque el animal no esté presente en esos momentos. La caspa de gato, especialmente, persiste en el aire mucho tiempo.
Las personas que se mueven en ambientes con animales van recogiendo caspa en su ropa. Cuando se desplazan, transportan esa caspa a los lugares donde vayan, como colegios, casas de familiares, etc. Así, una persona se puede hacer alérgica a algún animal y tener síntomas a través de esos contactos indirectos con la caspa, aunque no vea al animal ni vaya a lugares con animales.
También se puede tener alergia a la orina, o la saliva de los animales. Se notan entonces síntomas en la piel después de ser lamido por un perro.
Los animales de plumas causan alergia con menos frecuencia. Se puede tener alergia a la comida de los animales, o a las sustancias (por ejemplo hongos) que se generan en las heces y desperdicios.
Cuando se tiene alergia a algún animal la recomendación principal es evitar el contacto, retirando al animal de casa. Cuando se retira, todavía durante unos meses pueden persistir niveles altos de sus partículas.
Aunque fuera de casa se siga expuesto a partículas, la concentración de estas y el tiempo de exposición será mucho menor.
Si deciden no retirar el animal de casa, el paciente debe tocarlo lo menos posible. El animal no debe entrar en la habitación del niño, y mucho menos dormir en ella. Se debe lavar al animal con frecuencia. Estas normas pueden disminuir la capacidad del animal de dar alergia, pero recuerde que la recomendación es retirar al animal de la casa.
En el caso de personas alérgicas a otros aeroalérgenos como ácaros del polvo, pólenes, se recomienda evitar también mascotas en casa porque tienen alta probabilidad de sensibilizarse frente a otros alérgenos. Los animales en casa favorecen la proliferación de ácaros del polvo
Recuerde que si es alérgico a los animales, la recomendación más importante es retirarlo de la casa.
Cualquier duda consulte su especialista.