Prevención de la alergia
En caso de sospecha de alergia, lo primero que debemos hacer es acudir al médico especialista en este tipo de afecciones, nos estamos refiriendo al alergólogo. Una vez sea posible el especialista iniciará una serie de pasos para investigar si existe alergia e identificar la causa que la produce, para recomendar de inmediato las medidas preventivas y tratamiento oportuno de acuerdo cada caso.
Una de las cosas a tener en cuenta son los antecedentes familiares, debido a que la alergia tiene un componente genético:
- Si el padre o la madre es alérgico, existe una probabilidad del 50% de que el hijo lo sea.
- Cuando ambos lo son, la probabilidad aumenta prácticamente a tres de cada cuatro niños.
Otro paso a dar es la recogida de información que aporte el paciente o sus familiares, lo que se conoce como historia clínica. En ella se recogen datos médicos y los síntomas de alergia que el paciente expresa.
Ahora viene la parte práctica, ya que el alergólogo prueba sobre la piel del paciente distintos alérgenos, seleccionados en función de la historia clínica y del entorno en el que vive. Se trata de las pruebas cutáneas, que funcionan muy bien para orientar el diagnóstico. Si la piel reacciona y aparece una roncha roja e inflamada, implica hipersensibilidad ante ese alérgeno. Otras pruebas complementarias que también ayudan, son las analíticas, etc.
Una vez confirmada la sospecha, habrá que introducir nuevas costumbres en la vida cotidiana con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente.
Evitación Alergénica
Se debe tratar de identificar el alérgeno que provoca los síntomas en un paciente, y así crear estrategias para reducir la exposición al alérgeno. Teóricamente esto puede ayudar a disminuir los síntomas alérgicos, pero en la práctica es muy difícil y casi imposible evitarlos completamente. Esta medida es factible para aquellos pacientes con rinitis alérgica causada por fuentes de alérgenos ambientales aislados como las mascotas y el ácaro del polvo. Sin embargo, aún cuando una fuente de alérgenos sea removida del ambiente del paciente, el beneficio no será perceptible hasta después de varias semanas o meses.
Medidas higiénicas ambientales para pacientes con alergia al polvo doméstico
El seguimiento de las medidas que se describen a continuación, contribuirán a mejorar notablemente los resultados del tratamiento instaurado. Deben mantenerse de forma rigurosa y continuada todas las medidas indicadas. El abandono o relajación paulatina de cualquiera de ellas puede ser causa de un empeoramiento del enfermo.
El Dormitorio o Habitación
- Procurar que el enfermo tenga un dormitorio individual.
- Evitar tener moquetas, alfombras, cortinas, peluches, libros u otros objetos que almacenen polvo.
Ventilación, temperatura y humedad
- Ventilar la casa diariamente.
Mantener la humedad ambiental por debajo del 50%.
La tempertaura no debe superar los 22°C.
Limpieza del polvo
- Limpiar el polvo con un trapo húmedo y sin barrer, se hará con un aspirador provisto de
- filtro HEPA o, en su defecto, fregando.
Almacenaje y lavado de la ropa
- No guardar ropa húmeda en el armario y mantenerlo bien cerrado.
- No utilizar la ropa almacenada durante largo tiempo.
- Cambiar a menudo la ropa de cama y lavarla a 60°C.
Fundas protectoras anti-ácaros para almohada y colchón
- Utilizar fundas protectoras anti-ácaros que recubran totalmente el colchón y la almohada, de manera hermética.
- La almohada y el colchón deberán ser de gomaespuma o látex.
Olores fuertes y humos
- Evitar los olores fuertes de productos químicos, lacas, perfumes, ceras o abrillantadores y toda clase de sprays. También deben evitarse los humos de freir y el del tabaco.
Animales domésticos
- En la casa no debe convivir ningún animal doméstico o en todo caso, el enfermo evitará su contacto y la entrada del animal en su habitación.
- Es aconsejable lavar semanalmente al animal.
El vehiculo
- Aspirar la tapicería del coche para evitar la acumulación de ácaros.
- Utilizar preferiblemente el aire acondicionado con filtro antiácaros.